Si la temporada de frío terminó o si querés cambiarla por otra, te acercamos dos opciones que te ayudarán a guardar la frazada delgadas:
1- Doblar la frazada.
2- Enrrollarla
1- ¿Cómo doblar una frazada para guardarla?
¡Es muy sencillo!
- Doblala juntando las puntas de los bordes opuestos más cortos y unilos, tantas veces como quieras para guardarla. Es el mismo proceder que al doblar las sábanas.
- Sacudí y estirá la frazada.
- Quitá las arrugas de la tela empujando con tu mano siempre desde el centro hacia afuera. Esto cuidará la tela y además ayudará a que ocupe menos espacio, sobre todo si se trata de frazadas dos plazas o edredones.
- Tené en cuenta que cuantas más veces la dobles ocupará menos espacio.
2- ¿Cómo enrollar una frazada delgada?
Si es de tela fina, liviana o de frazada una plaza y media, lo más práctico será enrollarla ¡ocupa mucho menos espacio y queda visiblemente mejor!
- Es fundamental que la sacudas, estires en una superficie plana (como el suelo limpio) y que estires las partes arrugadas desde el centro de la frazada hacia afuera.
- Ahora vas a crear lo que se denomina “bolsillo”, que te servirá para cerrar la frazada una vez enrollada. Para eso tomá uno de los bordes laterales de la frazada y doblala unos 30 cm. hacia abajo (debe quedar mirando al piso y no al techo).
- Luego de hacer el bolsillo doblá la frazada desde la parte más larga en tercios iguales.
- Del lado lateral contrario al que hayas hecho el bolsillo, hacé un doblés de unos 30 cm. hacia arriba (de cara al techo).
- Desde ese mismo lado enrollá la frazada con ambas manos, hasta que llegues al otro borde.
- Apretá la frazada con las rodillas sin soltarla, de modo de no perder el enrollado ajustado.
- Ahora que tenés libres tus manos, tomá de las puntas el bolsillo y doblalo en sentido contrario para que cierre la frazada.
¡Listo! ¡Ahora tu frazada está lista para que la guardes!
¡Tenemos un consejo más! si no contás con espacio suficiente para guardar tu frazada liviana o querés que esté a la vista y se sume a la decoración de la cama, seguí estas sencillas instrucciones:
- Sujetá por las esquinas y extendé la frazada.
- Doblá la frazada una vez, tomándola de un lado desde ambas puntas y llevándolos hasta el extremo opuesto.
- Estirala sin desdoblarla para quitarle las arrugas.
- Ahora puedes colocarla extendida al pie de la cama, creando pliegues (tipo abanico) o alguna forma creativa que la convierta en una frazada decorativa.
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